Orden del día:
- Estado del Movimiento en Lugo
- Movilizaciones Abril y Mayo
- Acciones a realizar.
- Revista mensual y difusión.
- Fondo de resistencia.
- Nuevas propuestas.
Recién fallecido StéphaneHessel, revisando su
libro ¡Comprometeos! Como en casi todo lo que podemos leer, tanto suyo como de
muchos otros de considerados “padres de la indignación”, podemos echar de menos
la concreción.
Todos nosotros nos hemos indignado ya. Muchos
de los que leéis esto, además, estáis movilizados. Algunos además participamos
activamente en las asambleas. Y unos pocos trabajan mucho para crear, pensar,
difundir. Quizá podamos decir que la proporción es más o menos la misma en
todos los ámbitos del movimiento indignado: por cada 2000 indignados, hay unos
200 movilizados, de los cuales 20 participan más o menos regularmente en las
asambleas y unas 4 ó 5 personas que llevan en la práctica, la carga de trabajo
que todo el edificio anterior conlleva.
Ya no es suficiente. Los movimientos que se están produciendo a nuestro alrededor, bajo la
presión de una sociedad que no puede tragar ya más basura ni estar más
oprimida, hacen pensar que estamos en un punto crucial. O ponemos ahora en
juego toda la fuerza que tenemos, que es mucha más de la que creemos, como se
vio el día 23F, o nuestro trabajo va a ser capitalizado por otros. Algunos
partidos y medios de comunicación comienzan a hacerse eco de la necesidad de
una nueva constitución. Comienza a escucharse “Proceso Constituyente” fuera de
nuestros círculos. Pero lejos de alegrarnos, quizás debemos alarmarnos. No es
bueno. No debemos pensar “¡qué bien, ahora será más sencillo!”. Prueba de esto
es que, cuidadosamente, evitan añadir “popular”. Proceso Constituyente Popular.
Es ahora o nunca. No podemos batallar con
ellos en su medio. No podemos pretender que sus medios de comunicación difundan
nuestro mensaje completo, en toda su profundidad, porque es contrario a los
intereses (económicos) que les mueven.
Nuestro campo de batalla debe ser otro: el cercano, el del barrio, la empresa,
el parque, el colegio, el bar, el centro social, el supermercado… Hablar con la gente cara a cara. Y tenemos
que darlo todo ahora o lo hecho no servirá de nada.
Pero eso supone un trabajo enorme.
Necesitamos organizarnos mejor para poder llevarlo a cabo. Estar en esta lucha
es una tarea voluntaria, evidentemente. Si hay algo que debería formar parte de
nuestra esencia es la generosidad. Es necesario hacer concreta esta
disponibilidad. Cada uno de nosotros sabe de cuánto tiempo dispone para
entregar “a la causa”, y es preciso comprometer ese tiempo. Saber exactamente
de cuántas horas y en qué momento puede cada uno de nosotros trabajar, es
imprescindible para planificar acciones que ya tienen que empezar a ir más allá
de la pura movilización. Para realizar acciones de difusión, para llegar a la
gente allí donde está, a esos sectores que hasta ahora no hemos tocado, hay que
saber qué posibilidades concretas tenemos de cara a planificarlo a conciencia. Cuando
uno se ofrece como voluntario a una ONG le preguntan cuánto tiempo va a
comprometer, lo mismo debemos hacer nosotros. Animamos a todos y cada uno a
hacer esta reflexión delante de una agenda y, como ejecutivos, bloquear un
tiempo semanal dentro de las posibilidades de cada cual, destinado a trabajar
para el proyecto que compartimos.
Comprometámonos.