martes, 2 de abril de 2013

Domingo 7 de Abril: ASAMBLEA EXTRAORDINARIA 15M-LUGO





Orden del día:
- Estado del Movimiento en Lugo
- Movilizaciones Abril y Mayo
- Acciones a realizar.
- Revista mensual y difusión.
- Fondo de resistencia.
- Nuevas propuestas. 
 



Recién fallecido StéphaneHessel, revisando su libro ¡Comprometeos! Como en casi todo lo que podemos leer, tanto suyo como de muchos otros de considerados “padres de la indignación”, podemos echar de menos la concreción.

Todos nosotros nos hemos indignado ya. Muchos de los que leéis esto, además, estáis movilizados. Algunos además participamos activamente en las asambleas. Y unos pocos trabajan mucho para crear, pensar, difundir. Quizá podamos decir que la proporción es más o menos la misma en todos los ámbitos del movimiento indignado: por cada 2000 indignados, hay unos 200 movilizados, de los cuales 20 participan más o menos regularmente en las asambleas y unas 4 ó 5 personas que llevan en la práctica, la carga de trabajo que todo el edificio anterior conlleva. 

Ya no es suficiente. Los movimientos que se están produciendo a nuestro alrededor, bajo la presión de una sociedad que no puede tragar ya más basura ni estar más oprimida, hacen pensar que estamos en un punto crucial. O ponemos ahora en juego toda la fuerza que tenemos, que es mucha más de la que creemos, como se vio el día 23F, o nuestro trabajo va a ser capitalizado por otros. Algunos partidos y medios de comunicación comienzan a hacerse eco de la necesidad de una nueva constitución. Comienza a escucharse “Proceso Constituyente” fuera de nuestros círculos. Pero lejos de alegrarnos, quizás debemos alarmarnos. No es bueno. No debemos pensar “¡qué bien, ahora será más sencillo!”. Prueba de esto es que, cuidadosamente, evitan añadir “popular”. Proceso Constituyente Popular

Es ahora o nunca. No podemos batallar con ellos en su medio. No podemos pretender que sus medios de comunicación difundan nuestro mensaje completo, en toda su profundidad, porque es contrario a los intereses (económicos)  que les mueven. Nuestro campo de batalla debe ser otro: el cercano, el del barrio, la empresa, el parque, el colegio, el bar, el centro social, el supermercado…  Hablar con la gente cara a cara. Y tenemos que darlo todo ahora o lo hecho no servirá de nada.
Pero eso supone un trabajo enorme. Necesitamos organizarnos mejor para poder llevarlo a cabo. Estar en esta lucha es una tarea voluntaria, evidentemente. Si hay algo que debería formar parte de nuestra esencia es la generosidad. Es necesario hacer concreta esta disponibilidad. Cada uno de nosotros sabe de cuánto tiempo dispone para entregar “a la causa”, y es preciso comprometer ese tiempo. Saber exactamente de cuántas horas y en qué momento puede cada uno de nosotros trabajar, es imprescindible para planificar acciones que ya tienen que empezar a ir más allá de la pura movilización. Para realizar acciones de difusión, para llegar a la gente allí donde está, a esos sectores que hasta ahora no hemos tocado, hay que saber qué posibilidades concretas tenemos de cara a planificarlo a conciencia. Cuando uno se ofrece como voluntario a una ONG le preguntan cuánto tiempo va a comprometer, lo mismo debemos hacer nosotros. Animamos a todos y cada uno a hacer esta reflexión delante de una agenda y, como ejecutivos, bloquear un tiempo semanal dentro de las posibilidades de cada cual, destinado a trabajar para el proyecto que compartimos.
Comprometámonos.